Los Rojos vs.Jorge Newbery . Categoría 2001 |
Una madre salta del banco con el mate en la mano
e increpa al referí porque creé injusto el fallo contra su hijo. El marido trata de contenerla mientras
el niño suelta algunas lágrimas a causa de los nervios que le produce la
escena.
Si hay un
denominador común entre los clubes de Wilde y del resto de Avellaneda, ese es
el torneo de la Federación Argentina de Deportes Infantiles (F.A.D.I),
donde juegan al papi fútbol unos 7000 niños y
del que han salido jugadores destacados como Gustavo López, Kun Agüero,
Zanetti, Perico Pérez, Gustavo Costas, Rambert y la “gata” Fernández entre
otros. Esta federación, que fue creada el 24 de abril de 1959, es
presidida desde 2012 por Leonardo País, que
también es presidente del
Juventud de Wilde.
Se vive con mucha pasión en sus
cinco divisionales: A,B,C,D y E (el año que viene se agrega la F). A medida que se asciende de
divisional, aumenta el nivel competitivo y también la presión que ejercen sobre los niños tanto padres como entrenadores. “Ahora quitan puntos por cualquier hecho de
violencia para que los padres lo piensen dos veces antes de actuar por impulso
y perjudicar al club de sus hijos”, nos cuenta Mariano Cintioli,
representante del club Jorge Newbery y padre de Nacho,
un jugador de la categoría 2001.
La violencia juega de vez en cuando
“El año pasado le sacaron 135 puntos a un club
de Wilde porque lo padres corrieron a un hombre del club contrario y lo cagaron
a palos”, describe crudamente el delegado del Jorge Newbery, un club
donde los chicos y padres se muestran distendidos, en un clima que más
tiene que ver con disfrutar el momento en familia, que fabricar futuros
campeones de fútbol.
Incluso hace
dos semanas se vivió un hecho de
violencia de género durante la fecha en
que se enfrentaron el Jorge Newbery y el Bella Vista. Apenas finalizado
el partido de una de las categorías más
pequeñas, irrumpió un hombre dentro de la cancha e intentó llevar a su hijo por
la fuerza mientras al madre trataba de impedirlo y recibía una serie de
trompadas que la dejaron en el piso. La
rápida intervención de la policía hizo que el agresor desista en sus
intenciones y huya en su camioneta. Por este hecho el Bella Vista
sufrió una quita importante de puntos a pesar de que el hombre golpeador es totalmente ajeno a la institución y lo que
en realidad hizo fue trasladar un
conflicto doméstico al ámbito de un club. Afortunadamente estos hechos de violencia son
la excepción, pero cuando ocurren son sancionados con dureza por el tribunal de
disciplina.
Un
montonazo de clubes
En total
juegan 132 clubes todos los sábados desde
marzo a diciembre. Por semejante
cantidad de instituciones deportivas que participan, la gente que
pertenece a F.A.D.I asegura que es la
liga de fútbol infantil más grande de la Argentina.
Como toda
liga, también tiene sus jugadores
destacados. “Pantallita”, del Cultural Juniors, es el Messi del campeonato,
“Lauti” de Villa Heredia, es el arquerazo del momento y “Nacho” Cintioli,
jugador del Jorge Newbery, es el Mascherano del torneo.
Wilde tiene en la A al Estrella del Sud y al
Juventud de Wilde. EL Cruz Varela y
Villa Gonnet están peleando para subir a
la A y el Jorge está puntero en la C, ya con un pie en la siguiente categorí . Desde hace algunos
años el clásico de Wilde es Jorge
Newbery contra el Juventud, pero de todas formas con el correr de los años las rivalidades se
renuevan.
La ventaja de ser local
Cada cancha tiene su particularidad. La del 25 de
Mayo es tan pequeña, que las paredes de los costados están a tan solo diez
centímetros de la línea, lo que obliga a realizar el lateral desde adentro de
la cancha y que el referí no pueda decir ni mu. Al ser tan chica, el equipo
local se hace fuerte porque conoce cada baldosa de la pista. La de Liga
Vecinal es el extremo opuesto, es como un Maracaná del Fadi, incluso tiene
buenas dimensiones para los partidos entre adultos.
Villa Gonnet
es el único club que aún tiene canchita de tierra, una rareza en estos tiempos,
y cuenta con un pequeño alambrado que protege al público de los pelotazos que
suelen terminar en una cabeza o, en el peor de los casos, contra un termo.
Hasta principios
de los noventa la cancha del Alberdi era un verdadero martirio para los
arqueros. A causa de sus baldosas excesivamente ásperas, en cada arrojada el guardameta dejaba literalmente la piel y
el alma en la cancha. Afortunadamente, después
fue cubierta por una superficie sintética.
Futbol y algo más
El torneo no sólo es un ámbito de contención para
los niños, también tiene su cara
solidaria. Cuando hace algunos años el Taller Protegido de Wilde sufrió un
incendio que destruyó una parte importante de sus instalaciones, la federación
realizó una fecha especial para recaudar dinero y colaborar en la
reconstrucción del sector siniestrado. Recordemos que en el Taller Protegido
trabajan jóvenes con distintas discapacidades intelectuales en tareas tales como la fabricación
de material eléctrico y juguetes, panadería y otros oficios. Allí
se capacitan para insertarse al mundo
laboral.
El
“fadi” continúa siendo un espacio para que los niños se inicien en el deporte y
hagan sus primeros amiguitos del barrio. En las jornadas de torneo se puede
disfrutar en familia y pasar una linda tarde tomando mate con otros padres
mientras miran los partidos. Es muy común que aparte de los niños, se hagan
amigos también los más grandes. Es por eso que el fadi es una pasión de grades y
chicos.